Thursday, November 11, 2010

Missing the colors


Foto: A walk in the park. By German Murillo ©

Today snowed for the first time this season, a chilly day, not that cold though. An overcast day with very flat, dull gray tones and a heavy layer of fog hiding the Rockies. A beautiful light for intimate shots, soft shadows on portraits, evocative landscapes or even some not that photogenic aguardiente shots.

This is the first day but it seems to me that those colorful, warm cozy afternoons filled with hot hues and harmonic yellow and green palettes and leaves falling from heaven have gone long time ago. But the photo of my wife sitting in the perfect spot was taken just five days ago, one of those moments in life I'll never forget.

Well, now is the time to get ready for the new season, that time of the year when I don't have to spend that much money buying color cartridges for my printer, the time of shooting on the snow.

See the picture: http://www.flickr.com/photos/23817399@N08/5167673540/

Photography: German Murillo © All rights reserved.

Thursday, October 28, 2010

Cómo sería...


Foto: Encanto de la luz de las montañas. Evocador y aún por descubrir. Por German Murillo ©

No. No es que lo desee. Ni que esté anunciando el apocalípsis. Sólo que pienso en qué tan preparados estamos para llevar una vida más o menos normal si de repente desaparecieran los computadores. No siendo tan extremo, si un día se cortara el fluído eléctrico y agotáramos la batería del portátil. Qué tan desconocido sería ese nuevo universo en el que deberíamos movernos y aprender a sobrevivir de manera repentina.

Por supuesto, este tema no tiene ninguna validez en los pequeños pueblos de mi país ni en las pequeñas ciudades. Casi que ni en las grandes. Tampoco en la mayoría de pueblos del gran continente africano o del vasto y antiguo continente asiático, exceptuando claro, la guardería en donde nacen y crecen los nuevos juguetes tecnológicos; ni tampoco en la mayoría casi despoblada del continente austral o las miles y miles de islas del Pacífico. Para decirlo mejor, este pensamiento sólo podría causar pánico a quienes viven en uno de los rincones tecnológicos de avanzada, no tanto si han vivido mucho; más  afecta a las nuevas generaciones, entre más nuevas más vulnerables de sufrir hasta límites desconocidos el tener que afrontar un mundo sin pantallas de computadores o procesadores electrónicos.

Un mundo en el que toque ser un ente social, interactuando con personas en carne y hueso, hablando directamente a cada una de ellas expresando emociones sin ayuda de los emos imagino que debe ser una pesadilla para cualquier jovencito de hoy. Volver a reunirse con la familia en torno a un televisor en el que todos tienen que ver el mismo programa y comentarlo, con la familia! Debe sonar raro. Y qué tal el hecho de no poder consultar esas inquietudes tan íntimas en internet, donde existe la opción de preguntarle a un desconocido sobre los temas que marcan la adolescencia, sin apenarse, porque se tienen interlocutores anónimos, que nunca nos va a ver; ahora tocaría hablarlo con los padres, los amigos o los hermanos. Se podría sobrevivir a esa ráfaga de vergüenzas? La fobia que pueden producir los lugares abiertos se sumarían a los desequilibrios de la nueva jóven sociedad, jugar en un parque, patear un balón en frente de la casa de un compañero de colegio, qué cosa más extraña debe ser.

Estaríamos preparados para volver a vivir en un mundo real? Preparados para volver a pasar la páginas de un libro oliendo a tinta recientemente puesta sobre el papel blanco y brillante que sostiene fotos impresas o tener la certeza que nuestra memoria no sería ya capaz de recordar el número de teléfono de casa, teniendo la necesidad de volver a la operadora que levanta el teléfono de campana para pedirle que me comunique con mi hermana o mi ex-jefe. Claro, ya no habrían jefes porque sin computadores no habrían habilidades para desempeñar oficios.

Más que añorar el tiempo en que dibujaba con un lápiz sobre un papel es el desconsuelo por no ejercer esa habilidad. Hace años nos sentábamos con mis amigos a pensar quienes serían las personas más importantes para salvar en una situación catastrófica en la que no hubiera muchas sillas disponibles. Y la conclusión lógica era que artistas y artesanos serían quienes podrían salvar a las pocas personas encargadas de preservar la especie humana. Los más experimentados ingenieros, economistas y abogados con altos estudios y títulos sonoros no estaban entre aquellos a quienes se podría encargar la esperanza de la especie. Por el contrario, los sembradores, los carpinteros, los aventureros que conocen las montañas, los que pueden hacer un barco con un tronco de arbol caído, los contadores de historias o la señora que sabe cómo hacer un desayuno sin horno microondas serían los salvadores. Pero lo curioso es que hoy, en tiempos de los complejos ordenadores, esas reflexiones no cambian su conclusión. Sólo que a la lista de menos capacitados para sobrevivir se suman los genios de la computadora y los campeones del Wii.

Pero como decía, no es que lo desee ni que piense que va a pasar. Steve Jobs no permitirá que alguien más tome el control y salve a la humanidad. Yo únicamente quería mostrar mi más reciente foto hecha desde mi balcón, sólo que no encontraba el lector de la tarjeta de memoria digital. Y pensé.

Ver la Foto: http://www.flickr.com/photos/23817399@N08/5123469363/


 

Fotografía de Germán Murillo © Todos los derechos reservados.

Thursday, October 14, 2010

Un día con muchas buenas nuevas



Foto: "Mi bellísima esposa Nellyreth en el sofá azul", por German Murillo ©


Qué buenos que son esos días en que hay muchas cosas que pueden por sí mismas hacer un día de esos que sentimos que se salvan, esos que nos hacen acostarnos con la sonrisa de haber aprovechado ese único día que ya se fue. 

Treinta y tres mineros rescatados del fondo de la mina en Chile, suceso sin precedentes que termina por darle esperanza al desarrollo de la humanidad al darse cuenta del esfuerzo tan gigantesco que hicieron tantas personas para salvar treinta y tres vidas de personas humildes. El evento además de mayor solidaridad medido en el número de personas que vieron la transmisión en directo por televisión, porque en su mayoría eran motivados por la plegaria lejana y en minoría por el morbo que despierta el ver a alguien que pone en peligro la vida. Motivo de emoción en este día, las cosas pueden cambiar, las personas se pueden acercar, personas comunes y corrientes, como yo, podemos mejorar el mundo.

Mi principal medio de difusión, mi sitio web, parece estar cercano a salir a la luz, luego de un muy largo tiempo de estar en la sombra, buscando por la mano que la rescatara del desprograme y la pudiera hacer realidad, si es que las cosas en la red son reales, pero que va a ser mi vehículo para avanzar en mi carrera y en mi vida, mi nueva misma vida. Vida ahora deliciosamente compartida con mi bellísima esposa.

Y es que la fotografía que hice de ella, era la prueba de nuestro nuevo equipo de iluminación, que se convertirá en adelante en uno de nuestros juguetes favoritos, de esos que uno tiene frente al sofá, les consigue aditamentos, les sacude el polvo, juega con ellos y los lleva de paseo con uno. Pronto vendrá el resto de equipo que nos permitirá ser más versátiles en nuestra fotografía.

Pero eso aún no es todo. Otro motivo que hace este día especial es el haber terminado mi segundo libro de este año, El Día de Cristal, con fotografías de Charlyn Hare, Claudia López, Darryl Tait, Nellyreth Durango y mías propias. Este es un proyecto que pretende mostrar las fotografías que nuestros amigos hicieron en los días de nuestra boda en los hermosísimos paisajes de las montañas Ozark en el estado de Arkansas, así como de Thorncrown Chapel, edificio considerado como uno de los más bellos del mundo para celebraciones de fé. Los textos son de Nellyreth, mi esposa, quien detalló en su diario las emociones de ese proceso desconocido para todo soltero como es el casarse. El Día de Cristal se puede ver en el link de abajo, y así mismo se puede ordenar.

Si, hay días especiales, incluso para mí que estoy convencido que un día es epecial de por sí, porque si lo vemos es porque estamos vivos, y que si hacemos las cosas bien nuestros días van a salir bien y la gente que está a nuestro lado sentirá esas ganas de hacer las cosas bien. Casi todos los seres humanos nos dejamos contagiar de emociones. Es simple pero funciona y así, luego de compartir buenas noticias podremos acostarnos con la sonrisa en los labios. Personas comunes y corrientes habremos empezado a mejorar el mundo. 

El Día de Cristal http://www.blurb.com/books/1651463


Fotografía de Germán Murillo © Todos los derechos reservados.

Wednesday, September 29, 2010

Colorado es Colorado porque es colorado



Foto: "Los tres compadres" German Murillo ©.

Cosas que encuentra uno por casualidad, y otras que no.
Según cuenta la historia, por allá en 1859 dos exploradores que circundaban territotios al sur de Denver se encontraron con unas formaciones rocosas que dada su natural belleza dieron en llamar "Garden of the Gods", el "Jardín de Dioses". Nombre por supuesto que en principio se propuso como "Jardín de Cervezas", tal vez, por encontrarse en agosto, uno de los pocos más calurosos meses del año en esta parte del continente que los nativos ya llamaban, con justa razón, las tierras de Colorado. Territorios que pertenecían, hasta pocos años atrás al país de Méjico y que pasaron a ser parte de la unión luego de la guerra de 1846. Aunque pocos, los pobladores de la zona, aparte de los indígenas, tenían ascendencia o crianza de españoles. 

Colorado, por tanto, la palabra usada por los mejicanos para dennotar al color rojo, o a lo pintado de rojo, era el nombre que debía identificar a las tierras, rios, montañas y pueblos teñidos de dicho color, como Pueblo Colorado, en cuya fundación estaban trabajando M.S. Beach y Rufus Cable cuando vieron por primera vez las rocas del Garden of the Gods. Hoy ese pueblo se llama Colorado Springs y debía ser una estación del ferrocarril que iba a conectar los territorios del oeste con Chicago.

El tren no llegó directamente a Colorado Springs, pero el dueño de Ferrocarriles Burlington, Charles Elliot Perkins, compró los 240 acres de terreno en donde estaba el Jardín, y atraído por su natural belleza no permitió construcciones en sus predios, siendo su voluntad final que se cedieran a la ciudad de Colorado Springs para ser convertidos en parque y que las generaciones posteriores lo pudieran disfrutar sin ningún costo.

Es ahí precisamente donde la foto de "los tres compadres" fue hecha. Impecable cielo azul que descubre el sol de verano para que incendie visualmente rocas coloradas que oxidan sus componentes al aire, que por la casualidad de encontrarlas pude conocer este encantador episodio de su corta historia, y que tal como podemos ver, no es una casualidad que se encuentren en territorios de Colorado.

http://www.flickr.com/photos/23817399@N08/5036570825/

Foto: Germán Murillo © Todos los derechos reservados.

Tuesday, September 21, 2010

El Tiempo Detenido


Foto: German Murillo ©.

Fuimos en búsqueda de una mina, de esas de oro que provocaron el poblamiento del oeste norteamericano. Sin rumbo definido llevados solo por los caminos más pequeños marcados en el mapa que nos guiaba. Un empinadísimo camino destapado que mi 4x4 hizo con cierto trabajo nos llevó a Golden Hill, un diminuto pueblo fundado en 1859 por mineros que aseguraban que en sus laderas había miles de dólares en oro. Un caserío de menos de 200 personas, clavado en los casi 3000 metros de altura muy cerca del Fourmile Canyon, el lugar del reciente y más grande incendio forestal que se tenga noticia en esta parte del país.

Estando en busca de un sujeto para fotografiar es muy probable que se encuentre otro con el que no se cuenta. Me ha pasado muchas veces, pero esta vez noté algo diferente. Encuadrando el Ford LaFrance 1941 que tal vez haya sido el carro de bomberos del poblado, me sentí observado, sentí que el fotografiado era yo, que era el Ford quien había detenido el tiempo en ese reducto de espacio para eternizar el momento y que ahora era él quien apaciblemente se dedicaba a detallar a los que pasaban por el frente.

Somos los fotógrafos quienes detenemos el momento preciso para hacerlo pasar al futuro a manera de visión pasajera para quienes sientan el interés de su llamado; o simplemente somos los que notamos a quienes ya lo han hecho por sí mismos y simplemente los ponemos en el papel -o una pantalla-.

La máquina de bomberos de Gold Hill estaba allí, con toda su historia sentada en el cojín del conductor, esperando, inmune ya hasta del paso del tiempo, porque fue ya hace mucho que él mismo recorrió por última vez ese dificil camino que mi SUV hace hoy con dificultad; esperando, con su espacio ya escogido de antemano; esperando, por algún viejo conocido que se reconcilie y le entregue un nuevo espacio que ponga de nuevo en marcha el tiempo, que tenga la oportunidad de volver a envejecer. Esperando, por fotógrafos que detengan su tiempo detenido.

Al final, no encontramos la mina de oro que buscábamos, pero nos encontramos con el Ford, en mitad del inerme pueblito polvoriento que no habrá cambiado mucho en cien años, pero que nos mostró que los fotógrafos no somos los únicos que detenemos el tiempo en una fracción de espacio, pero que si miramos bien, podemos hallar riqueza en cualquier parte.

Foto: German Murillo © Todos los derechos reservados.

Sunday, September 19, 2010

The Blog as a Test

El fuego de las pasadas semanas en las paredes mismas del pueblo donde trabajo y vivo, una de las pocas fotos que tuve la oportunidad de realizar, las enormes consecuencias que trajo consigo el fuego más destructivo del que se tenga noticia en el estado de Colorado y las reflexiones que de allí puedan surgir, hacen que sea este un momento especial para dar inicio a este blog, que girará en torno a la luz, a las sombras, a lo que nos hace detenernos para eternizar lo que cautiva nuestra vista, lo que vemos como en sueño, o con la fascinación de un niño que sigue guardando en su corazón lo que su cabeza ha crea, lo que él cree.