Wednesday, September 29, 2010

Colorado es Colorado porque es colorado



Foto: "Los tres compadres" German Murillo ©.

Cosas que encuentra uno por casualidad, y otras que no.
Según cuenta la historia, por allá en 1859 dos exploradores que circundaban territotios al sur de Denver se encontraron con unas formaciones rocosas que dada su natural belleza dieron en llamar "Garden of the Gods", el "Jardín de Dioses". Nombre por supuesto que en principio se propuso como "Jardín de Cervezas", tal vez, por encontrarse en agosto, uno de los pocos más calurosos meses del año en esta parte del continente que los nativos ya llamaban, con justa razón, las tierras de Colorado. Territorios que pertenecían, hasta pocos años atrás al país de Méjico y que pasaron a ser parte de la unión luego de la guerra de 1846. Aunque pocos, los pobladores de la zona, aparte de los indígenas, tenían ascendencia o crianza de españoles. 

Colorado, por tanto, la palabra usada por los mejicanos para dennotar al color rojo, o a lo pintado de rojo, era el nombre que debía identificar a las tierras, rios, montañas y pueblos teñidos de dicho color, como Pueblo Colorado, en cuya fundación estaban trabajando M.S. Beach y Rufus Cable cuando vieron por primera vez las rocas del Garden of the Gods. Hoy ese pueblo se llama Colorado Springs y debía ser una estación del ferrocarril que iba a conectar los territorios del oeste con Chicago.

El tren no llegó directamente a Colorado Springs, pero el dueño de Ferrocarriles Burlington, Charles Elliot Perkins, compró los 240 acres de terreno en donde estaba el Jardín, y atraído por su natural belleza no permitió construcciones en sus predios, siendo su voluntad final que se cedieran a la ciudad de Colorado Springs para ser convertidos en parque y que las generaciones posteriores lo pudieran disfrutar sin ningún costo.

Es ahí precisamente donde la foto de "los tres compadres" fue hecha. Impecable cielo azul que descubre el sol de verano para que incendie visualmente rocas coloradas que oxidan sus componentes al aire, que por la casualidad de encontrarlas pude conocer este encantador episodio de su corta historia, y que tal como podemos ver, no es una casualidad que se encuentren en territorios de Colorado.

http://www.flickr.com/photos/23817399@N08/5036570825/

Foto: Germán Murillo © Todos los derechos reservados.

Tuesday, September 21, 2010

El Tiempo Detenido


Foto: German Murillo ©.

Fuimos en búsqueda de una mina, de esas de oro que provocaron el poblamiento del oeste norteamericano. Sin rumbo definido llevados solo por los caminos más pequeños marcados en el mapa que nos guiaba. Un empinadísimo camino destapado que mi 4x4 hizo con cierto trabajo nos llevó a Golden Hill, un diminuto pueblo fundado en 1859 por mineros que aseguraban que en sus laderas había miles de dólares en oro. Un caserío de menos de 200 personas, clavado en los casi 3000 metros de altura muy cerca del Fourmile Canyon, el lugar del reciente y más grande incendio forestal que se tenga noticia en esta parte del país.

Estando en busca de un sujeto para fotografiar es muy probable que se encuentre otro con el que no se cuenta. Me ha pasado muchas veces, pero esta vez noté algo diferente. Encuadrando el Ford LaFrance 1941 que tal vez haya sido el carro de bomberos del poblado, me sentí observado, sentí que el fotografiado era yo, que era el Ford quien había detenido el tiempo en ese reducto de espacio para eternizar el momento y que ahora era él quien apaciblemente se dedicaba a detallar a los que pasaban por el frente.

Somos los fotógrafos quienes detenemos el momento preciso para hacerlo pasar al futuro a manera de visión pasajera para quienes sientan el interés de su llamado; o simplemente somos los que notamos a quienes ya lo han hecho por sí mismos y simplemente los ponemos en el papel -o una pantalla-.

La máquina de bomberos de Gold Hill estaba allí, con toda su historia sentada en el cojín del conductor, esperando, inmune ya hasta del paso del tiempo, porque fue ya hace mucho que él mismo recorrió por última vez ese dificil camino que mi SUV hace hoy con dificultad; esperando, con su espacio ya escogido de antemano; esperando, por algún viejo conocido que se reconcilie y le entregue un nuevo espacio que ponga de nuevo en marcha el tiempo, que tenga la oportunidad de volver a envejecer. Esperando, por fotógrafos que detengan su tiempo detenido.

Al final, no encontramos la mina de oro que buscábamos, pero nos encontramos con el Ford, en mitad del inerme pueblito polvoriento que no habrá cambiado mucho en cien años, pero que nos mostró que los fotógrafos no somos los únicos que detenemos el tiempo en una fracción de espacio, pero que si miramos bien, podemos hallar riqueza en cualquier parte.

Foto: German Murillo © Todos los derechos reservados.

Sunday, September 19, 2010

The Blog as a Test

El fuego de las pasadas semanas en las paredes mismas del pueblo donde trabajo y vivo, una de las pocas fotos que tuve la oportunidad de realizar, las enormes consecuencias que trajo consigo el fuego más destructivo del que se tenga noticia en el estado de Colorado y las reflexiones que de allí puedan surgir, hacen que sea este un momento especial para dar inicio a este blog, que girará en torno a la luz, a las sombras, a lo que nos hace detenernos para eternizar lo que cautiva nuestra vista, lo que vemos como en sueño, o con la fascinación de un niño que sigue guardando en su corazón lo que su cabeza ha crea, lo que él cree.